La independencia y la
autonomía para tomar decisiones son procesos graduales de aprendizaje. Al
principio todo niño/a requiere contar de la mediación de un adulto que le vaya
enseñando a evaluar qué es bueno y qué es malo, qué es riesgoso y qué es un
desafío positivo, qué es una acción coherente con los propios valores y qué es
contrario a ellos; de modo que el niño/a vaya aprendiendo poco a poco a tomar
sus decisiones con mayor independencia, en base a la propia reflexión.
Una sociedad, como la
actual, que tanto enaltece el valor de una libertad sin límites, demanda con especial
urgencia el desarrollo de habilidades que permitan su uso responsable y
respetuoso del bienestar personal y de otros.
“Pinocho” es una clásica
historia infantil de dibujos animados que, entre otras, invita a la reflexión
en torno al desafío de crecer armónicamente tomando decisiones de manera
autónoma, reflexiva, respetuosa y resistente frente a las tentaciones e
influencias externas.

.jpg)


No hay comentarios:
Publicar un comentario